Capítulo 13

Entre sus cejas había un parecido asombroso con Alma. De su garganta brotó: —¡Moisés! Moisés respondió: —Sabes mamá y Felipe se casaron ahí dentro. Papá, regresa a Monte Cruz. El intenso dolor llenaba los ojos de Facundo; quien golpeaba sin parar el grueso vidrio con sus manos. —No, eso es imposible. Ella me ama. Moisés, te lo ruego, abre la puerta. Quiero verla, ¡solo quiero verla! Pero Moisés se negó. —Papá, aquí no puedes entrar. Abrirte la reja ya fue mi límite. No imaginé que después de siete años aún no hubieras renunciado. Moisés temía que Facundo no le creyera y sacó la tableta. En la pantalla, Alma estaba cariñosa en los brazos de Felipe. Alma bajó la cabeza y Felipe la besó. Esa imagen le dolió profundamente en el alma a Facundo. Tosió sangre. Así era el insoportable dolor de ver a la persona amada con alguien más. Había pensado que Alma podría quedarse con Felipe por decepción. Pero nunca imaginó que Alma dejaría de amarlo y se enamoraría de Felipe. Reconocía la luz en los o