Capítulo 11

Como si hubiera encontrado una vía de escape para su rabia, Jorge clavó violentamente la punta de su zapato en el vientre de Camila. Los gritos y súplicas de Camila no hicieron más que avivar el frenesí de Jorge; sus patadas se volvieron cada vez más brutales, hasta que la sangre brotó, roja e intensa, bajo el cuerpo de Camila. El olor metálico y penetrante de la sangre inundó las narices de todos los presentes, pero ninguno se atrevió a intervenir. Los alaridos de Camila se fueron apagando, sus ojos se vaciaron y se llenaron de muerte. Tras la caída de la familia Vázquez, al principio Camila solo quería aprovechar la culpa de Jorge para asegurarse una vida cómoda. Pero el deseo, una vez despertado, es imposible de saciar. Camila empezó a sentir celos de Jorge, a envidiar a todos los que tenían una vida mejor que la suya, incluida Daniela. ¿Por qué ellos podían disfrutar del lujo sin mover un dedo, mientras ella, por más que luchara, solo podía revolcarse en el fango? La envidia le nub