Capítulo 12

Orlando se dirigía al escenario cuando escuchó el sonido de la puerta abriéndose. Se detuvo en seco y miró hacia la entrada. —Por fin apareces. Se permitió relajarse un poco, pero al ver quién entraba, se molestó de inmediato. Era el abogado de Mónica. El abogado avanzó con paso firme hasta quedar frente a él, y le mostró el portafolio de documentos que llevaba. —Señor, la señora Mónica me ha encargado entregarle estos documentos. —Anunció con un tono serio y profesional, abriendo la carpeta y sacando varios papeles. —Aquí está el acta de matrimonio entre usted y la señorita Paula en el Reino de Altamira. Este es el certificado falso de matrimonio entre usted y mi cliente. A partir de este momento, ambos dejan de convivir y no deberán interferir en la vida del otro. —Adjunto la relación de bienes compartidos; todos los obsequios que usted le hizo a mi clienta han sido devueltos. Esta es la lista. —Aquí está la evidencia de que la señora Paula envenenó a mi clienta, junto con el informe