Capítulo 1054
El conductor al frente bajó en silencio la partición, y al escuchar el tono mordaz de Rubén desde atrás, preguntó: —¿Realmente tienes que mencionar eso?
Tan pronto como terminó de hablar, su teléfono sonó. En la pantalla apareció claramente un nombre: "Esposo".
La cara de Rubén cambió de inmediato al ver que Rosario, sin importarle nada, contestaba la llamada.
—Querido, estoy de viaje. Sí, tal vez regrese dentro de una semana. Mientras tanto, cuida los asuntos de la empresa. ¿Estás pensando en tener un bebé? ¿Recientemente? Bueno, eso lo discutiremos cuando regrese.
No se entendió lo que dijeron al otro lado, pero Rosario sonrió levemente. —Sí, está bien, lo haré como me dijiste.
Esas dos frases dejaban claro mucho.
Después de colgar el teléfono, la voz de Rubén se volvió sombría. —¿Entonces van a intentar tener un bebé, eh?
Un tono ácido.
Rosario se recostó en el asiento y suspiró. —No hay opción. Ya tengo la edad suficiente, y en casa me presionan mucho.
Rubén le miró fijamente el vi

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