Capítulo 1062

Esther terminó de comer, dejó los utensilios sobre la mesa y dijo: —Rubén, tú también estás teniendo una aventura, y tienes una esposa en casa. Al mencionar a Estherita, Rubén casi rompió los utensilios desechables con las manos. —No lo menciones. Solo pensar en ella ahora mismo me da asco. Esther se detuvo por un momento, y luego comprendió. Rubén probablemente había confundido a Gloria con ella. Su hermana siempre se sentía bien consigo misma y se maquillaba excesivamente para ocultar los defectos de su cara. Además, siendo la hija de la amante, ¿qué clase de educación podría haber recibido? Seguramente había aprendido tácticas sucias, y Rubén probablemente no la respetaba en lo más mínimo. Él pensaba en lo exagerado, superficial y vulgar que era Gloria, y todo eso lo hacía sentirse aún más fuera de lugar. —Ahora hasta me pregunto si abuelo Eugenio tiene algún problema al elegir a una mujer como ella para que sea mi esposa. Menos mal que en un mes nos vamos a divorciar. Rubén se dio