Capítulo 1275

César respiró hondo; mientras el señor Pedro no se dejara influir por esas ideas implantadas, todo estaría bien. —Señor Pedro, antes dijo que iría con la señora Lorena a Tavrión. Ahora que la señora Lorena ya está allí, también debería ponerse en marcha. Pero temo que en ese lugar ya le hayan tendido una trampa; deberíamos pensar en otra forma de actuar. Ambos fueron al estudio contiguo, y César repasó con él todo lo sucedido en los últimos días. Solo entonces Pedro comprendió lo que había pasado, alguien lo había hipnotizado. Bajó la mirada hacia los mensajes que Lorena le había enviado, y sus ojos se humedecieron ligeramente. Lorena no había querido mencionar directamente lo de la hipnosis; al contrario, seguía bromeando con él. [¿Ya tomaste la foto de los abdominales? Si aún no lo has hecho, recuerda tomar también esa parte]. Pedro, que un instante antes se sentía conmovido, al leer esas palabras sintió que el pecho le temblaba de rabia. Lorena, probablemente aburrida esa noche, vol