Capítulo 300
—Entonces, señorita Lorena, ni usted misma está segura, pero quiere que el jefe Pedro la acompañe. ¿Sabe cuánto dinero puede ganar él en un solo minuto?
Lorena se quedó sin palabras de inmediato. Había sido poco considerada.
—Entonces iré yo misma al campo a preparar la medicina.
Tras decir esto, se marchó de Jardines de la Paz y fue a ver a Juan.
De las cosas del pasado, en realidad no recordaba nada. Lo del médico tradicional chino también lo había sabido por casualidad, a través de Juan.
Cuando llegó a la villa de Juan, él ya estaba tan cansado que se había quedado dormido en el sofá, con un montón de documentos gruesos frente a él.
Lorena miró ese rostro que aún conservaba un aire juvenil y, de pronto, no supo si había hecho bien en empujarlo a ocupar esa posición. Pero Daniel, en vida, se preocupaba más por Juan que por nadie. Ella misma había dicho que no quería nada de la familia Flores, así que, ¿cómo podía, tras la muerte de Daniel, quedarse sola con el puesto de jefa?
Lorena

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