Capítulo 301
Piedrasanta era un pueblo muy remoto, a seis horas en auto del centro de Costadorada, casi en los límites con la ciudad vecina.
Además, hasta ahora no contaba con tren de alta velocidad; seguía existiendo solo ese tren antiguo y común de antaño, que iba de un lado a otro y ni siquiera era tan rápido como el auto.
Lo que tranquilizaba a Juan era que Josefina tenía un carácter a decir verdad bastante agradable, y en cuanto subió al auto comenzó a contarle anécdotas de cuando Lorena era pequeña.
A Juan le interesaba mucho, así que ambos estuvieron conversando hasta pasado el mediodía. Solo cuando Josefina dijo que estaba cansada y que necesitaba descansar, Juan se centró por completo en la conducción.
Cuando el auto por fin llegó a Piedrasanta, ya eran las cuatro de la madrugada.
Por esa zona no había hoteles, así que no le quedó más remedio que reclinar el asiento y pasar la noche en el auto como pudiera.
Desde pequeño, en la familia Flores, Juan siempre había vivido rodeado de lujos y j

Haga clic para copiar el enlace
Descarga la aplicación Webfic para desbloquear contenido aún más emocionante
Encienda la cámara del teléfono para escanear directamente, o copie el enlace y ábralo en su navegador móvil
Encienda la cámara del teléfono para escanear directamente, o copie el enlace y ábralo en su navegador móvil