Capítulo 363
Lorena se mostró algo sorprendida. ¿Acaso Ignacio, además de trabajar como camarero en la Hacienda Santa Lucía, no pasaba la mayor parte del tiempo solo en esa vieja casa destartalada de las afueras? ¿Por qué lo sabía?
—¿Cómo lo sabes? ¿Quién te lo ha contado?
—Si quiero saber algo, lo sé. Me importa todo lo que sucede a tu alrededor.
Su tono era muy bajo; al hablar, dejaba entrever cierto matiz obsesivo.
Lorena decidió no indagar más. —Solo fue un pequeño conflicto con alguien, pero no tiene nada que ver con el jefe. Además, l era mi jefe anterior, ya no trabajo en Grupo Fortaleza, ni siquiera me toma en cuenta. Por supuesto, tampoco puedo pedirle nada.
La luz del baño se apagó; él salió, aún envuelto en vapor.
—¿Cómo sabes que no te toma en cuenta?
A Lorena le hizo gracia y suspiró. —La comida está en la mesa, sírvete tú mismo, todavía hay gente en el salón. Voy a acompañarlos un rato.
Cuando iba a salir, él le agarró la muñeca.
Su tono era vacilante, sumamente cauteloso.
—Lorena, ¿n

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