Capítulo 384
Después de llegar al convento, fue al lugar donde vivía Norma.
A esas horas ya era algo tarde. Norma seguía sola en el patio, lavando la ropa.
Al verla, Sara no pudo evitar pensar que aquella mujer no parecía haber tenido nunca una vida acomodada. Norma se veía austera, y de los finos hilos tendidos en el patio colgaban apenas unas pocas prendas sencillas.
Sin embargo, Josefina le había enseñado fotos, y sí, era ella.
Sara corrió hacia ella y se arrodilló de inmediato frente a ella.
—Señora Norma, soy la novia de Juan. Estoy embarazada de él, y ahora Lorena quiere obligarme a ir al hospital para que aborte este niño. Por favor, ayúdeme. Yo de verdad amo a Juan, quiero tener este bebé.
Norma llevaba mucho tiempo sin involucrarse en los asuntos de Costadorada. Al oír esto, sus manos se detuvieron poco a poco.
Sara lloraba tanto que tenía los ojos hinchados; de verdad parecía estar enamorada de Juan.
Ella tardó varios segundos en reaccionar antes de fijarse en el vientre de Sara. —¿Qué ha

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