Capítulo 768

Titán y Ares mostraban los dientes a ambos lados, mirando ferozmente a Ana. Ella, al ver que él no respondía, giró la cabeza y se dirigió hacia la salida. —Si no me das una respuesta ahora, esta noche me buscaré a cualquier hombre para divertirme. Al fin y al cabo, no le gusto a Pedro, así que lo que haga con mi cuerpo es asunto mío. A partir de ahora, nadie me controla. Mateo la siguió de inmediato y la sujetó de la muñeca. Ana sonrió. —Tú sabes que en ciertas cosas soy muy obstinada. Años atrás, me comporté y aprendí todas las reglas de la familia Martínez solo para poder casarme con Pedro. Y puedo soportarlo todo, pero si ya no hay esperanza con él, también soy capaz de hacer cualquier cosa. Si no quieres que esté con muchos hombres, entonces, vámonos. Mateo abrió la boca, pero solo se ajustó la mascarilla. —Yo... —¡La vida o muerte de Lorena no tiene nada que ver contigo! —Yo... Una sombra oscura cruzó los ojos de Ana, y sonrió con desprecio. —Olvídalo. Fui demasiado confiada. Pens