Capítulo 890
Pero en ese momento no podía rendirse. Si no sabía, aprendería.
Camila se dio unas palmadas en su pequeño pecho con confianza. —¡Fernanda, no me subestimes! Espérame, ahora mismo voy a la cocina, ¡las gachas estarán listas en un momento!
Camila entró en la cocina con una seguridad absoluta. Buscó un video en internet y comenzó a prepararlas.
Media hora después, Fernanda entró corriendo en la cocina. —Camila, ¡huele a quemado!
Camila sostenía una olla de gachas quemadas, con el ceño fruncido y expresión preocupada. —Fernanda, lo siento. Quemé las gachas.
Fernanda no pudo evitar reírse. Se acercó rápidamente y le quitó la olla de las manos. —Camila, creo que no tienes talento para la cocina. Ya llamé a alguien que sí sabe cocinar.
De hecho, Camila no sabía cocinar. Creía que podía aprender, pero la realidad la había golpeado. Saber que venía ayuda la alivió.
Camila exclamó alegremente: —¿Llamaste a un chef? Si lo hubiera sabido, habría traído también al chef de mi casa.
Fernanda estaba a

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