Capítulo 909

Las largas pestañas de Camila temblaron levemente. ¿Qué quería decir él con esas sarcásticas palabras? Si él regresaba o no por la noche, no era algo que ella pudiera importarle. La lluvia caía de la mandíbula firme y apuesta de él. Camila temió que él pudiera resfriarse, así que preocupada dijo: —Te mojaste bajo la lluvia. Iré a buscarte una toalla. Camila entró corriendo al baño, sacó una toalla y se la entregó.—Sécate. Date una ducha, para que no te resfríes. Samuel tiró la toalla al suelo de un manotazo.—Señorita Camila, ¿ahora otra vez finge que se preocupa por mí? ¿Acaso piensa volver a jugar conmigo? Camila quedó perpleja al ver la toalla en la alfombra.—Jefe Samuel, ¿qué quiere decir con eso? ¿Por qué se enfada conmigo? ¿Acaso no disfrutó su cita con otra mujer hoy? Al terminar de hablar, Camila se giró para marcharse. Pero Samuel la sujetó con fuerza del delgado brazo y no la dejó ir. Camila forcejeó.—¿Qué está haciendo? ¡Suéltame! Samuel se rió con frialdad.—Así que sabe que