Capítulo 224
...
Catalina dejó a la persona en su casa sana y salva, y después de dar unas instrucciones a la niñera, se fue tranquila.
Luisa hablaba en la cama. Mireya acababa de ir a la cocina para preparar agua con miel cuando sonó el timbre.
Al abrir la puerta, Mireya se quedó un momento sorprendida. —Presidente Andrés, ¿cómo ha venido?
—¿Cómo está ella?
—La señorita Luisa está borracha. Estaba por prepararle agua con miel.
Andrés sacó unos billetes de su cartera. —Esta noche te vas a otro lado a dormir. Yo me quedo a cuidarla.
La niñera Mireya tomó el dinero. —Está bien, Presidente Andrés. Espéreme un momento mientras recojo unas cuantas cosas.
La niñera se hizo a un lado para dejar entrar a Andrés.
El hombre, envuelto en un aire de alcohol y frío, entró en la casa. Su mirada recorrió el lugar, evaluando con indiferencia el apartamento.
Miguel había tratado bastante bien a Luisa; el apartamento estaba en buenas condiciones.
Mireya puso una taza de agua caliente en la mesa de la sala. —Presiden

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