Capítulo 250
El 14 de febrero era el Día de San Valentín.
Luisa estaba soltera en ese momento y completamente enfocada en su bufete de abogados, sin ánimo alguno para celebrar el Día de San Valentín.
El local que había alquilado en el edificio de oficinas seguía en remodelación, y Carlos, no se sabía cómo, había conseguido la dirección del bufete y había ordenado ostentosamente sesenta y seis canastas de flores para celebrar la apertura del nuevo despacho.
Cuando los constructores llamaron, Luisa estaba justo en una cafetería hablando sobre una colaboración con Francisco.
—Señorita Luisa, alguien ha enviado sesenta y seis canastas de flores. No caben en el pasillo, están todas apiladas aquí dentro. Venga, por favor, a hacer algo al respecto; esto nos impide seguir con la remodelación normalmente.
—¿Canastas de flores? ¿Tienen remitente?
—Sí, firmado por Carlos.
Al escuchar ese nombre, Luisa sintió que le dolía la cabeza.
Respiró hondo, se frotó las sienes con una expresión de resignación. —Entendid

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