Capítulo 18
No dijo ni una palabra, simplemente encorvó la espalda y se dirigió hacia la celda de aislamiento. Luego se arrodilló en la puerta, sin moverse.
Pasó una hora y no cedió.
Pasaron dos horas y seguía sin ceder.
Tres horas, cuatro horas... Hasta que comenzó a llover.
Ramiro seguía arrodillado en el suelo, tambaleándose, pero sin levantarse.
La lluvia caía con fuerza, empapando su camisa, haciendo visibles las manchas de sangre en su espalda.
Se veía desamparado.
Al final, no pudo resistir más y perdió el conocimiento.
Estuvo hospitalizado durante quince días completos, hasta que se recuperó.
Desde entonces, Gustavo nunca volvió a mencionarle el tema del matrimonio.
Temía que perdiera por completo la voluntad de seguir viviendo.
De hecho, Gustavo no se había equivocado. Desde el día en que Renata falleció, Ramiro ya no tenía intención de seguir con vida.
Un mes después, le diagnosticaron depresión severa.
En un día cualquiera, en aparente calma, decidió quitarse la vida.
Buscó en Internet

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