Capítulo 307
"Ahora mismo, Stella no puede vivir sin mí. No voy a abandonarla. ¡Le arruiné la vida y tengo que saldar mi deuda!".
"Pero... RK, también me arruinaste a mí. ¿Eres consciente de que yo también moriría sin ti? Yo...". Sophia sentía que el mundo se le estaba derrumbando. Todo lo que había luchado por construir se le vino abajo.
Y era su culpa. Había obedecido a su padre y le había pedido a Stella que se casara con un miembro de la familia Kingston. Si aquel accidente de hacía seis años no hubiera ocurrido, ella tendría una buena vida junto a RK.
Si tan solo... Al pensar en lo que hubiera podido pasar, sintió una punzada en el corazón. De no ser por la decisión que había tomado, su presente sería muy diferente. Ella y RK vivirían felices y Stella hubiera podido estar con alguien a quien amara. Ella hubiera consumado su matrimonio con RK y Stella no hubiera tenido que huir a Francia con su hijo.
¿Todo había sido obra del destino o una simple contrariedad? En el pasado, ella había cometido muchos errores y ahora recibiría su merecido.
Después de salir de la casa de la familia Kingston, se dirigió al foso. El paisaje era exactamente igual, pero ella había cambiado: al llegar, se percató de que su mente y su mundo eran diferentes.
De no haber sido por ese accidente, quizás ya tendría un hijo. Su hogar sería luminoso y cálido y ella tendría una sonrisa todo el tiempo. Los tres serían una familia feliz.
"¡¡¡RK, te odio!!!", gritó al otro lado del foso.
Estaba sola y la oscuridad la envolvía, apenas se veían unas cuantas luces tenues en la lejanía. Sophia se quedó allí y gritó con todas sus fuerzas hasta cansarse. Entonces, se sentó en el suelo.
"RK, te amo... Eres la persona a quien más quiero en todo el mundo... ¿Pero por qué insistes en abandonarme? ¿Por qué no me quieres?".
Desde la primera vez que lo había visto, se había propuesto estar con él por el resto de la vida. Estaban en la misma universidad: ella era la mujer más hermosa del lugar; él, el gran ídolo entre sus compañeras de clase. Eran la pareja perfecta y el mundo entero aprobaría su unión. Pero ahora que ella luchaba por encontrar la forma de estar juntos, él no la quería.
El futuro aparecía ahora como un camino borroso.
En ese entonces, cuando llegó el día de la orientación en la universidad, todavía se sentía como una jovencita delicada e inocente. Deambuló por el campus guiada por la curiosidad hasta que se perdió y, por mucho que lo intentó, no consiguió encontrar el camino de regreso a los dormitorios. La mayor parte de sus compañeros de clase habían ido a almorzar así que por más que buscaba a su alrededor no veía a nadie conocido.
Entonces, él apareció.
En aquella época, era muy joven. Aunque todavía no había desarrollado su carácter severo y reservado, tenía un aura que alejaba a cualquier extraño. Sin embargo, Sophia estaba desesperada por encontrar el camino, así que se le acercó para pedirle ayuda sin pensarlo dos veces.
"Este chico es muy guapo... Es tan atractivo que cualquier ciudad o estado caería a sus pies... Olvídalo, ni lo pienses". ¡En su mente apareció la idea de seducirlo después de pedirle indicaciones!
"Hola. ¿Sabes cómo llegar al dormitorio de las chicas?".
No obtuvo respuesta.
Entonces, se percató de que estaba leyendo y supuso que no la había escuchado, así que repitió la pregunta:
"Oye, ¿sabes cómo llegar al dormitorio de las chicas?".
Él no respondió. Ella le repitió tratando de ser paciente.
Aun así, no hubo respuesta.
Justo cuando tuvo el presentimiento de que algo andaba mal con sus oídos o que era un ratón de biblioteca que estaba demasiado absorto en su libro y que no tenía más remedio que irse, él habló.
"¡Camina recto por cinco minutos, luego gira a la derecha y luego sigue recto!".
Su voz era fría y especial.
"Oh, gracias". Sophia pensó que nunca sería digna de un hombre tan guapo.
Al cabo de un rato, llegó a su dormitorio y les contó todo a sus compañeras. Ellas le dieron palmaditas en el hombro y le aseguraron que había encontrado a su pareja.
"Iré tras él", sentenció.
Sin piedad, sus compañeras arruinaron sus planes.
"Oye, Sophia, ¿sabes quién es ese chico? Es Rene Kingston y es famoso por ser el hombre más guapo del campus. ¿Sabes qué pasó con todas las chicas hermosas de las universidades cercanas que vinieron a confesarle su amor?".
"¿Qué?".
"Al salir de la universidad, los de seguridad pensaron que había un pervertido libertino en nuestra universidad. Quién hubiera imaginado que el verdadero culpable era un chico excepcionalmente guapo".
"¿Eh? ¿Qué di*blos sucedió?".
"¡Las niñas lloraron tanto que asustaron al guardia de seguridad!".
"Escuché que RK tiene un temperamento muy fuerte y que nunca mostraría misericordia. En cambio, estaría dispuesto a lastimarte. Siempre tiene una expresión severa. Por lo común, las chicas lloran por miedo o por su culpa", interrumpió una.