Capítulo 308
"J*der, ¿no has escuchado nada, cierto? ¡Me enteré de que un guardia y una de esas chicas hermosas terminaron juntos por una situación así!".
"Escuché que fue ella la que lo buscó para que la ayudara a identificar a RK. Después, se asustó tanto por su frialdad que se puso a llorar, así que el guardia la protegió con un cálido abrazo".
"M*ldita sea. Cómo le puede cambiar la vida a los perdedores. ¡Consiguió a una chica que estaba completamente fuera de su alcance!".
"¡Y todo gracias al casamentero: ¡Rene Kingston!".
Los chismes del dormitorio no tenían fin. Se sentaron en la misma cama, y se rieron sin parar mientras compartían unos bocadillos. Al final, llegaron a la conclusión de que Sophia no tenía ninguna posibilidad de seducir a RK.
Ella jamás se imaginó que él fuera una persona tan despiadada y arrogante y empezó a sospechar que al mediodía la había ignorado a propósito. Era malvado.
La segunda vez que lo vio fue en la ceremonia de inicio de trimestre que celebraron los estudiantes de segundo año y los maestros para darle la bienvenida a los nuevos integrantes de la universidad. La sala de reuniones era un alborozo. Los gritos de las alumnas llenaron todo el recinto cuando RK se paró en el escenario y pronunció su discurso con elocuencia. Cuando terminó, hizo una reverencia y salió. Entonces, el director se paró en la tarima y pasó por la vergüenza de ser completamente ignorado por todos los asistentes: la multitud estaba agitada y los susurros tapaban las palabras que él trataba de decir en el micrófono.
Al poco tiempo, Sophia se unió al club de fans de RK: comenzó a fijarse en todos los aspectos de su vida con el fin de comprender su carácter; trató de acercarse a todas las actividades que él practicaba: tiro, surf, buceo, escalda de montaña y senderismo. Quería hacer todo lo que él hacía y sentirse igual que él. A decir verdad, ella siempre lo vio como alguien muy parecido a ella. Sentía que sin importar lo que pasara entre ellos y lo que él le hiciera, eventualmente volverían a cruzar sus caminos. ¿Quién hubiera podido saber que estaba equivocada? Jamás habían estado en el mismo lugar.
Al meditar sobre ello, Sophia se percató de lo hermosos que eran sus recuerdos de juventud. Siempre había creído que RK sería el único hombre en su vida. Sin él, no tenía nada. Sin embargo, era consciente de que poco a poco había ido perdiendo mucho. Ya no se sentía como la joven inocente del pasado: su candor y su felicidad se habían transformado en humillación y angustia. RK tenía razón. Ella había cambiado y su cautela se había convertido en miedo. Temía que Stella se llevara a RK y por eso hacía su mejor esfuerzo. Había hecho todo lo posible y se merecía todo lo que le había pasado.
"Me equivoqué. Cometí un error, Rene. Lo lamento. ¿Puedes perdonarme? ¿Todavía te gusto?". Se apoyó contra el árbol junto al foso, llena de arrepentimiento y con la certeza de que no había cura para su aflicción. Todo estaba en el pasado y no podía volver sobre él.
Olvídalo, déjalo. Sería mejor dejar atrás el pasado: olvidarse de todo era la única forma de liberarse.
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Cuando Stella despertó, se percató de que RK no estaba a su lado. Un aire de abandono pareció colmar el aire.
"¿A dónde se fue? ¿Por qué no me trajo el desayuno temprano? Está cruzando la línea", masculló preocupada por su ausencia.
Le daba vergüenza llamarlo, así que no se atrevió y siguió esperándolo, pero él no apareció.
Al poco tiempo, la enfermera le llevó el desayuno.
"Señora, ¿por qué no vino el fastidioso de RK?".
"Oh, es verdad. Hoy el Sr. Kingston tiene que ocuparse de unos asuntos, así que me pidió que te trajera el desayuno. Me pidió que te dijera que te comportes bien y que no hagas nada a sus espaldas".
"¡Bah, este tipo!". Stella trató de aparentar disgusto, pero en realidad se sentía aliviada.
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Cuando Sophia se despertó, vio a RK sentado cerca de ella mirando el teléfono.
A decir verdad, RK no entendía por qué Stella no lo había llamado, ¿Acaso su ausencia no le despertaba ningún sentimiento? Estaba colérico.
Enseguida, Sophia se percató de que se había quedado dormida junto al foso. Unos transeúntes habían llamado una ambulancia, porque pensaron que podía tener fiebre después de haber estado tanto tiempo a la intemperie.
"Despertaste", exclamó RK al levantar la cabeza y encontrarse con sus ojos abiertos.
"Sí, ¿dónde estamos? ¿En el hospital?", le preguntó ella.
"Sí, ya llamé a tus padres. Vendrán a verte en unos momentos". Entonces, se puso de pie, listo para irse.
"RK", lo detuvo ella de golpe. "Lo siento. Me equivoqué".
Él la miró con una sonrisa extraña.
"¡Qué bien que reconozcas tus errores!".
Entonces, se fue. Al salir, se encontró con David e Isabella, que llegaron corriendo.
"¿Rene? ¿Cómo está Sophia?", le preguntó David enseguida.
"Está bien. ¡Solo es un resfriado!". Su tono de voz era indiferente. "David, ¿crees que eso es más grave que caerse de un edificio?".
David no sabía qué era más importante: una hija que se había resfriado o una que se había caído de un edificio.
A RK le parecía imposible que después de tanto tiempo David no supiera que Stella estaba en el hospital.