Capítulo 391

Gran parte del tiempo, Vincent estaba inmerso en sus recuerdos. Durante tantos años, por muy duro que le resultara vivir solo en el extranjero, había contenido su deseo de volver. Más tarde se enteró de que Isabella había engañado a David, y dio a luz a una niña llamada Sophia. Cuando se marchó al extranjero, desesperado, ya no quiso saber nada del pasado. Isabella, quien al principio se había mostrado inocente y amable, se había convertido, inesperadamente, en una arpía perversa y viciosa. Vincent lo había tomado como si hubiera juzgado mal a una persona. La culpa de todo fue suya. En aquellos tiempos, actuaba por su cuenta, provocando que su hermana acabara en un estado lamentable. En la familia Richard, sólo la hija de Lillian, Stella, vivía sola. Ahora Vincent, en su condición de tío, volvió para compensarla. Nunca dejaría que los Richard se quedaran en ciudad X ni un poco más. Él los haría pagar por lo que había sucedido hacía más de 20 años, y por su frialdad e indiferencia con Stella. "Isabella, oh Isabella, si hubieras venido ese año y confiado en mí, nada de esto habría pasado". "Pero si tenías un refugio seguro, ¿por qué sedujiste a David y tuviste una hija con él? ¿Acaso temías que dejara de cuidarte?, ¿o estábamos juntos, únicamente, porque querías estar cerca de David? Si ese fue el caso, entonces resultó demasiado aterrador". Al principio, Vincent no se había sentido tan confundido, pero al cabo de muchos años, recién ahora descubrió la verdad. Estuvo durante largo tiempo malinterpretando la situación y odiando a su hermana, pero al final, consiguió mirarla de otra manera. Todo fue su culpa, había cometido un gran error. Cuando Vincent conoció a Isabella, no se encontraba muy a sus anchas, pero sí contento, posiblemente debido a la pasión que estaba sintiendo. Posteriormente, sus sentimientos se fueron desvaneciendo, pero parecían confiar mucho el uno en el otro. ¿Quién iba a decir que, en verdad, no era así? Realmente, ella no se fiaba de él en absoluto. A veces, hasta dudaba de que hubieran estado enamorados alguna vez. Ahora bien, ¿quién iba a esperar que ocurriría algo así? Todo el mundo experimentaba vicisitudes en la vida, y las cosas cambiaban constantemente. Todas las personas eran susceptibles de que hubiera cambios en sus vidas, así como dentro de sí mismos. Si pretendía que los demás no cambiaran, ya podría él mudar de opinión. Puesto que ya no era la misma persona de antaño, no tenía que mostrarse compasivo por lo ocurrido en el pasado. En resumidas cuentas, todo era fruto de su destino. Vincent tenía que aceptarlo. Sin embargo, ignoraba cuánto tiempo más podría prolongarse la prosperidad de la familia Richard. Él, tarde o temprano, se recuperaría. **** Cuando Violet se levantó, comprendió que Carson la había vuelto a engañar. No importaba que la última vez él hubiera bebido demasiado zumo de naranja en la empresa, pero esta vez, la besó mientras ella estaba enfadada. Eso fue demasiado, era un b*stardo. Sin embargo, se resistía a admitir que, cuando veía a Carson y Stella juntos, se sentía algo incómoda. Stella, la mejor amiga de Violet, era una chica muy buena y de buen corazón. Aunque sabía que Stella no podría enamorarse de un granuja como Carson, Violet seguía sintiéndose un poco celosa. Aunque después de todo, Carson era un granuja sin moral. ¿Cómo podría gustarle a su amiga? Ella no lo creería, aunque lo gritara a los cuatro vientos. Carson se sentó en el despacho y estornudó fuertemente. J*der, debió reprenderme Violet. Carson sólo coqueteaba con Stella, pero no esperaba que Violet lo supiera. Si hubiera sabido que las cosas se pondrían tan embarazosas, no habría intentado vencer a RK usando a Stella. Él estuvo pensando en esa tarde. Cuando Stella terminó de trabajar, Carson la Ilamó para que bajara. "Stella, ¿adivina quién soy?" "Carson, ¿qué pasa?" Quedaba claro que ella no estaba de humor para charlar con él. "No es nada. Simplemente, quería decirle unas palabras, de parte de Dylan. ¿Te parece bien?" El tono de Carson era burlón, como de costumbre, pero Stella no podía negarse. "Vayamos a la cafetería que está fuera de la empresa. Tengo una cita con un amigo. Es sólo un momento". "¿Amigo o amiga? ¿RK lo sabe?" En ese momento, la expresión de Carson era de intrigante. "Una mujer". Al colgar el teléfono, las comisuras de los labios de Stella se crisparon. Aunque Carson y RK eran viejos conocidos, sus personalidades eran muy diferentes. Uno era extrovertido y el otro reservado. Ella no sabía cómo habían llegado a conocerse, y cómo habían llegado a ser algo como 'amienemigos'. Las personas, a veces, eran difíciles de entender. Cuando Stella llegó, Carson ya la estaba esperando, sentado a una mesa. "Al parecer ya sabías que vendría, así que te has adelantado a esperarme". Stella sonrió ligeramente y se sentó. "Naturalmente". Carson sonrió con malignidad. "Conozco mejor que nadie el puesto de RK en tu corazón. Sin duda, por él acudirías de inmediato". "Es raro que te muestres inteligente", comentó Stella con sarcasmo. “¡Ajá! Para que veas, lo que pasa es que no me gusta presumir". Carson se inclinó para acercarse más, y decirle: "Adivina lo que me dijo Dylan". El intento de acercamiento de Carson a Stella era deliberado, haciendo ver que los dos eran muy íntimos. Ella lo esquivó un poco y le dijo: "¿No me pongas a adivinar?"