Capítulo 20

Después de recibir mi respuesta, Pablo me rodeó con entusiasmo y me besó con fuerza durante mucho rato. No me soltó hasta que estuve a punto de quedarme sin aliento. —Lo recordaré. La mirada que me dirigió fue como la de un lobo. —Dentro de tres días, sin falta te pediré una respuesta. Me cubrí la boca y lo miré con ferocidad, aunque las comisuras de mis labios se curvaron sin que yo pudiera evitarlo. Resultaba que estar con alguien que me amaba era algo tan feliz. Mi relación con Pablo avanzó mucho. Ya no lo rechazaba con la frialdad de antes. Y él seguía tratándome muy bien, incluso mejor que antes. En cambio, Rosa no sabía de dónde había conseguido mi nuevo número. Prácticamente todos los días me enviaba mensajes, rogándome que no arruinara su compromiso. [Lena, fue culpa mía antes. Te pido perdón, por favor, no vengas ese día, ¿sí?] [Perdón, de verdad lo siento, nunca volveré a tratarte así, te lo ruego, no arruines mi compromiso]. Miré los mensajes de disculpa que me enviaba, pero