Capítulo 21
Las pupilas de Gabriel se contrajeron de golpe.
—¡No es así! Yo...
—Gabriel —Ella lo interrumpió con firmeza, hablando con claridad—. Este final tuyo, te lo mereces. Te lo ganaste.
Ella apartó su mano y se adentró en la ventisca sin mirar atrás.
Gabriel se quedó quieto, con la nieve cubriéndole los hombros.
De pronto recordó a aquella Carolina de hace muchos años, la que lo esperaba en la entrada del callejón con los ojos enrojecidos, esperando que él se diera la vuelta.
La nieve caía con más fuerza.
Carolina caminaba rápido entre la nieve acumulada, con pequeños cristales de hielo adheridos a sus pestañas.
Escuchó pasos detrás de ella. Gabriel seguía siguiéndola.
Justo cuando se preparaba para voltearse y reprenderlo, una figura esbelta giró en la esquina, con su abrigo negro ondeando con fuerza en el viento.
Era Salvatore.
Llevaba un paraguas negro en la mano. Su mirada, suave al ver la nariz enrojecida de Carolina, se congeló en cuanto notó la silueta que los seguía de cerca.
—Carol

Haga clic para copiar el enlace
Descarga la aplicación Webfic para desbloquear contenido aún más emocionante
Encienda la cámara del teléfono para escanear directamente, o copie el enlace y ábralo en su navegador móvil
Encienda la cámara del teléfono para escanear directamente, o copie el enlace y ábralo en su navegador móvil