Capítulo 240

—Quería usarte en mi contra. Quería negociar una sociedad conmigo... ¡Menuda broma! —gruñó Osirio, y me di cuenta de que se estaba enfadando solo de pensarlo. Sus caderas se elevaron bruscamente y grité al sentir su polla penetrarme con fuerza y profundidad. Mis caderas se sacudieron y su mano me sujetó con más fuerza. Se quedó quieto un instante y mi coño volvió a apretarse alrededor de su gruesa polla. "Desde que te tengo aquí, se le están acabando las opciones y ha decidido hablar con otras bandas más pequeñas. Es un auténtico desastre...", dijo Osirio mientras meneaba la cabeza. Mientras tanto, sus caderas seguían embistiendo hacia arriba, embistiendo su gruesa polla dentro y fuera de mi coño como si fuera su reacción automática. Grité y gemí mientras mi mente se quedaba en blanco de placer. No entendía bien lo que decía y, en ese momento, no estaba segura de querer entenderlo. Era demasiado para mí. “Hasta que encuentre una manera de resolver la disputa con Silva, probablemente no