Capítulo 87

La cara de Alejandro se ensombreció levemente, y en su tono se percibía cierta molestia. —María, ¿sabes bien quién es Diego? Una persona como él, ¿cómo podría tomarte en serio? No dejes que te engañe. Ella soltó una risa fría, con una mirada cargada de burla. —Alejandro, ¿acaso olvidaste que fuiste tú quien me abandonó? ¿Con qué derecho vienes ahora a meterte en mis asuntos? Yo sé mejor que nadie cómo me trata Diego, no necesito que tú me lo recuerdes. Las palabras de ella lo dejaron sin respuesta por un instante. Apretó los puños y en su voz se filtró un matiz de arrepentimiento. —María, sé que entonces fui yo quien te falló, pero... No quiero verte siendo usada por alguien como Diego. La mirada de María se volvió gélida, y su tono llevaba un dejo de advertencia. —Alejandro, cuida tus palabras. Yo sé mejor que tú qué clase de hombre es Diego. En cuanto a ti... Lo nuestro terminó hace mucho tiempo. Te pido que no sigas entrometiéndote en mi vida. La cara de Alejandro se tornó sombría y