Capítulo 43

Camila quedó pensativa y preguntó: —Señor Baltasar, ¿ha sufrido alguna vez una herida muy grave? Baltasar inclinó ligeramente la mandíbula. —Sí. Camila reflexionó por unos minutos y dijo: —Usted tiene numerosos problemas en el cuerpo, pero tengo una forma de tratarlo, solo que... Baltasar la observó con atención; sabía muy bien que los problemas de su cuerpo no eran fáciles de curar. Todos eran secuelas del accidente de auto que tuvo años atrás. Su médico personal aún investigaba cómo cuidar su cuerpo, pero los resultados seguían siendo mínimos. —No hay problema en que me lo diga, conozco a la perfección mi cuerpo, y si no se puede curar, tampoco pasa nada. Camila respondió: —Si digo que se puede curar, entonces seguro se puede. —Solo que cobraré por ello. Baltasar se quedó momentáneamente sorprendido. —¿Cobrar? Camila replicó: —He tratado a muchas personas de forma gratuita, pero muy pocos me han agradecido; incluso algunos creían que era su derecho ser curados por mí. —Y ahora justo