Capítulo 44
Camila volvió a recorrer el edificio de estilo europeo.
Ella había comprendido más o menos la estructura del lugar y algunas de sus instalaciones.
Sara le había dicho que podía entrar en cualquier habitación, excepto en el despacho de Baltasar.
Camila miró asombrada la puerta del despacho; la puerta oscura estaba cerrada con llave.
Aunque sentía algo de curiosidad, al fin y al cabo estaba en la casa de otra persona, por lo tanto de forma cortés apartó la mirada.
Al final se dirigió a la habitación de Raúl.
Al tocar la puerta e ingresar, la decoración exagerada del interior hizo al instante que se contrajera.
Intentó ignorarlo, abrió el código QR y cobró su dinero.
Raúl fue generoso y le transfirió dos mil dólares.
Al día siguiente, Camila compró en el centro comercial algunas herramientas de tratamiento complementario.
Una máscara negra para bloquear la luz, un reloj de monitoreo de ritmo cardíaco y sueño, un reloj electrónico de hipnosis, y varias macetas con plantas que favorecían po

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