Capítulo 17

Las personas que irrumpieron se apresuraron a separarlos. —Señor Sergio, ¡por favor, cálmese! Las venas de la frente de Sergio palpitaban con fuerza; su rostro se veía sombrío y aterrador, como si fuera incapaz de oír a nadie. Elena logró escapar con dificultad de sus manos. Respiró hondo, jadeando una y otra vez, y tosió con violencia. Tras un momento, miró a Sergio con incredulidad. —¡Tú realmente querías estrangularme por esa zorra! ¡Sergio, de verdad cambiaste de corazón! ¿De verdad te enamoraste de Rosa? —¡¡¡Sergio, ¿puedes verme a la cara?!!!— Elena lo acusó con un grito. Pero él no escuchó nada. En sus ojos solo había un odio que parecía capaz de devorar a Elena de un solo bocado. Al verlo así, ella poco a poco recuperó la razón. Aterrada, se llevó una mano al cuello y luego miró ansiosa a los asistentes. —Estoy enferma, ¡quiero ir a un hospital psiquiátrico privado para recibir tratamiento! ¡Sergio se había vuelto loco! ¡Realmente había querido estrangularla! Elena ingresó al p