Capítulo 1216

Si esto fuera cierto, entonces su padre todavía estaría vivo. Lucille cerró los ojos y sus pestañas revolotearon levemente. Ella estaba eufórica. No es extraño que en Dilsburg se hubiera llevado a cabo un exterminio tan completo de su familia; incluso hoy en día siguen buscando el paradero de Hamilton. La orden de captura llevaba más de una década en trámite, ¡todo porque su cadáver nunca había sido encontrado después del accidente! Resultó que había estado escondido bajo sus narices todo el tiempo, e incluso había cambiado su nombre y ascendido al puesto de actual Presidente del Tribunal Supremo. Sólo pensar en esto hacía que Lucille se sintiera angustiada y feliz al mismo tiempo: angustiada porque al principio no había sido capaz de reconocer a su propio padre, pero feliz porque todavía tenía parientes en este mundo. Lucille se sentó acurrucada en su asiento, secándose sutilmente las lágrimas que habían brotado de las esquinas de sus ojos. Si Akalmesh realmente era Hamilton, ellos, c