Capítulo 15

—Vámonos. Roberto no preguntó por qué Natalia estaba allí, subió al auto con una expresión sombría y pasos decididos. Natalia lo siguió con cautela para entregarle su informe. —Señor Roberto, acabo de finalizar los últimos detalles. La familia Escobar ya no debería representar un problema. —Bien. —El hombre cerró los ojos, respondiendo con la mente en otro lugar. La presencia de Natalia allí era premeditada. Había ensayado lo que diría durante el trayecto, pero no esperaba que él no le preguntara nada. Ahora se sentía algo aliviada, aunque también decepcionada. Después de todo, el hombre parecía haber perdido el alma, ni siquiera abrió los ojos para mirarla. —Mis padres dijeron que quieren invitarte a cenar este fin de semana. Al terminar de hablar, el hombre actuó como si no hubiera escuchado, no dijo nada. Natalia, al verlo, se acercó un poco más, aún con la esperanza viva. —¿Señor Roberto? —Está bien, lo sé. Roberto abrió los ojos lentamente, mirando a la mujer a su lado, con cierta