Capítulo 21
Roberto miró a la mujer con una expresión de asombro en el rostro, entrecerrando ligeramente sus ojos oscuros.
—¿Qué pasa? ¿No estás feliz de verme?
Mientras hablaba, entró con total familiaridad.
—¿Valeria ya llegó? —preguntó Alberto, quien estaba ocupado en la cocina y, al no escuchar ruidos, salió a ver qué sucedía.
Al ver al hombre parado allí, se sorprendió.
—¿Qué haces aquí?
—¿Y por qué no podría venir? Mi exesposa y mi hija están aquí.
Roberto tenía un aire imponente, y su mirada era penetrante.
Al ver cómo los dos hombres se enfrentaban, Lourdes suspiró con resignación.
—Lo siento, solo invité a Valeria. Ustedes no me avisaron nada antes de venir.
—Vine porque necesito hablar contigo.
Explicó Roberto con seriedad, levantando los documentos que llevaba en la mano.
—Escuché por Valeria que estabas desanimada, así que solo vine a hacerte compañía.
Al escuchar que él dio una razón, Alberto tampoco quiso quedarse atrás y explicó la suya.
—¡Ya basta! —Lourdes se llevó una mano a la f

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