Capítulo 56
—¿Todavía quieres huir? Te lo advierto, fue Roberto quien te buscó.
En su vida, lo que más detestaba era el engaño, pero esta mujer, lejos de mostrar remordimiento, había venido una y otra vez a hacerle daño.
—De verdad me equivoqué, por favor suéltame.
Lourdes, algo frustrada, intentó zafarse con fuerza.
"¿Cómo era posible que Gabriela, en estos años, hubiera pasado de ser una chica dócil a volverse tan arrogante?"
—¿Gabriela, qué te pasa? ¿Qué clase de actitud es esa?
Mientras ambas forcejeaban, Roberto bajó del auto con el semblante sombrío y las reprendió con severidad.
—¿Qué quieres de mí? ¿Y encima envías a tu hermana?
Lourdes, al ver que no podía soltarse, decidió en silencio que empezaría a ir al gimnasio.
Al escuchar a Roberto, Gabriela soltó de inmediato su mano.
—He venido esta vez para disculparme contigo.
Roberto, al observar la interacción entre las dos, sintió que había algo extraño en todo eso.
—¿Disculparte por qué?
Lourdes se quedó momentáneamente confundida.
—¿Por qu

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