Capítulo 2019

Sin embargo, la anciana solo la miró con una sonrisa y no le dio ninguna respuesta. Luego, desapareció. Ella despertó de repente. Y, al mismo tiempo, se dio cuenta de que había alguien en su habitación. —¿Despertaste? La voz del hombre sonó fría, como una serpiente deslizándose en la oscuridad de la noche, y Josefina sintió al instante un escalofrío recorrerle todo el cuerpo. La habitación estaba tenue, pero alcanzaba a distinguir vagamente la silueta del hombre. —¿Mariano? Sin embargo, apenas abrió la boca, notó que su voz era débil, como si unas manos invisibles le apretaran el cuello, haciendo que cada palabra que pronunciaba fuera un suplicio. Mariano se acercó dos pasos, mirándola desde lo alto: —Te subestimé... también subestimé a Bernardo. ¡Ustedes dos arruinaron todo lo mío! ¡Me dejaron sin nada! ¡No los voy a perdonar! Bernardo está locamente enamorado de ti... entonces quiero ver si es capaz de entregar su vida por ti. —¿No temes sufrir un contragolpe? —Josefina aspiró profun