Capítulo 2020

Justo en ese momento. Una aguja plateada voló directamente hacia Mariano como un arma oculta. Se le clavó de lleno en el dorso de la mano. La gran espada que tenía apoyada contra el cuello de Josefina cayó inmediatamente al suelo. Mariano soltó un grito desgarrador. Bernardo se acercó, con los ojos fijos en Josefina, examinándola para asegurarse de que no estuviera herida. Si alguien hubiese mirado su mano en ese instante, habría notado cómo se le marcaban las venas mientras sujetaba el cuchillo con fuerza. —¡Estoy bien! —exclamó Josefina con premura. Intentó ponerse de pie, pero no tenía fuerzas en el cuerpo. Esa debilidad no se parecía en nada al efecto de una droga. Era como si... Como si estuviera a punto de irse. Un estremecimiento recorrió su corazón. —¡Tú no eres una persona frágil! ¡Sabes artes marciales! —gritó Mariano, atónito, y con una rabia desbordante dirigió su mirada hacia Bernardo. ¡Había sido completamente engañado! Durante todos esos años, había creído que Bernardo e