Capítulo 37

Unos días después. Habían pasado unos días desde el hallazgo de Alexandra. Todavía no era viernes; pero la semana laboral la tenía ya exhausta. Una vez hubo firmado el último documento de la mañana, la mujer suspiró y masajeó suavemente sus adoloridos hombros. Su vida se había vuelto demasiado ajetreada en un abrir y cerrar de ojos. Pero a ella no le importaba, más bien, se sentía agradecida. Su negocio mantenía su mente ocupada y le impedía pensar en cosas como su matrimonio fallido y su más reciente hallazgo, por ejemplo. Con otro suspiro, la mujer volvió su atención hacia la ventana. La persona involucrada en la extorsión de fondos de la empresa era... Eleanor Grey. Aquel nombre era como un dulce ácido mezclado con polvo de hornear: una terrible combinación que perduraba en la mente. No había pruebas suficientes para demostrarlo, pero Alexandra sospechaba que tal modus operandi era demasiado sofisticado para alguien como su tío. El método utilizado para contratar sicarios contra ell