Capítulo 26

Los labios de Raquel se levantaron y formaron una dulce sonrisa. "¿En serio?" Al ver la incertidumbre en sus ojos, Enrique asintió con seriedad. Ella se rio. "Sí, todavía te tengo a ti. Y..." También tenía a Félix. No quería que su hijo se sintiera como ella, no ser querido en su familia, así que pensó que era mejor conocer las condiciones de vida de Enrique antes de presentarlos a los dos. Con una chispa en los ojos, lo miró y sonrió: "Es bueno tenerte." Enrique no pudo evitar pensar en aquel día de verano de hace cinco años, ella yacía en sus brazos igual que ahora. Solo que ahora, que no estaba sobria, se veía tan vulnerable. Durante los últimos cinco años, la extrañaba tanto que a menudo se sorprendía pensando en su rostro. Sentía que ella estaba profundamente grabada en su corazón. "Raquel, dime, ¿por qué te fuiste en aquel entonces?" "Bueno... Para ser sincera..." Un rastro de tristeza brilló en sus ojos mientras hablaba, "Pensé que eras demasiado bueno para estar con alguien com