Capítulo 16
Victoria encontró el auto de Inés en el estacionamiento.
Abrió la puerta del copiloto y, después de inclinarse, percibió que alguien se encontraba sentado en el asiento trasero.
Por cortesía y amabilidad, no miró con atención, pensando que esperaría a que Inés hiciera las presentaciones.
Después de sentarse y abrocharse el cinturón de seguridad, la persona a su lado no dijo ni una sola palabra, pero desde el asiento trasero se escuchó una voz familiar.
—¿Has descansado bien, Victoria?
Después de escuchar esa voz conocida, Victoria levantó la cabeza de repente.
A través del espejo retrovisor, vio un rostro que le resultaba familiar.
Era Jonás.
Llevaban un día sin verse, y él parecía estar muy cansado, como si no hubiera descansado en mucho tiempo.
Pero los ojos con los que la miraba estaban claros y bien definidos.
Por un momento, muchas palabras se agolparon en la garganta de Victoria, pero no sabía qué preguntar.
Al final, no dijo nada.
El interior del auto quedó sumido en un silencio

Haga clic para copiar el enlace
Descarga la aplicación Webfic para desbloquear contenido aún más emocionante
Encienda la cámara del teléfono para escanear directamente, o copie el enlace y ábralo en su navegador móvil
Encienda la cámara del teléfono para escanear directamente, o copie el enlace y ábralo en su navegador móvil