—Victoria, ¿en serio vas a dejar a Jonás e irte al extranjero?En la tranquila cafetería, Victoria Flores dejó la cuchara que tenía en la mano y miró a su amiga, quien estaba asombrada. Su tono fue indiferente.—Jonás y yo ya estamos divorciados.—¿¡Divorciados!?— Cristina, su amiga, quedó impactada por la noticia tan explosiva que recibió. Unos minutos más tarde, comenzó a defenderla indignada. —¿Jonás Jiménez lo aceptó? ¡Durante estos tres años fuiste tan buena con él, hasta un extraño se habría conmovido! ¿Acaso no siente nada por ti?Victoria sonrió, con un destello repentino en la mirada.