Capítulo 12
Patricia me miró primero con sorpresa.
Entonces, en sus ojos siempre distantes, apareció un leve destello de sonrisa.
—¿En qué estás pensando? —Preguntó, dándome un ligero golpecito.
—Quiero saber si es necesario despedirlo.
—No he investigado tu pasado, pero está claro que él no viene con buenas intenciones. Si afecta tu ánimo, no permitiré que vuelva a presentarse ante ti.
Me quedé perplejo.
Desde el compromiso, Patricia y yo habíamos tenido algunos gestos de cercanía.
En la fiesta, nos pusimos los anillos y nos dimos un abrazo con un beso en la mejilla.
Después de cenar en Casa Cisneros, solíamos caminar un rato por el jardín, tomados del brazo.
Pero era la primera vez que hacía un gesto tan natural y tan íntimo.
De pronto recordé cuando Camila solía darme un golpecito juguetón al estar cariñosa.
Entonces, sus ojos también se llenaban de ternura.
Sin embargo, habíamos terminado así.
Aquellos amores y dulzuras que creí imborrables, el tiempo ya se los había llevado.
Suspiré en silenc

Haga clic para copiar el enlace
Descarga la aplicación Webfic para desbloquear contenido aún más emocionante
Encienda la cámara del teléfono para escanear directamente, o copie el enlace y ábralo en su navegador móvil
Encienda la cámara del teléfono para escanear directamente, o copie el enlace y ábralo en su navegador móvil