Capítulo 1159

Nixon durmió maravillosamente. Estirado y bostezando, parecía volver a la vida. Giró la cabeza para buscar a Ava. Pero ella ya no estaba en la habitación. Nixon mantuvo la calma. También aceptó el rechazo de Ava hacia él. Después de todo, sin adivinar uno sabría que lo primero que haría Ava después de despertar sería alejarse de él. Se lavó y bajó las escaleras. Ava tampoco estaba en el pasillo. ¿A dónde había ido? Nixon se dirigió hacia el jardín trasero de la villa. El jardín contaba con una piscina infinita abierta. Desde lejos, la piscina parecía estar conectada de forma perfecta con el mar, una vista verdaderamente espectacular. Y en ese momento, Ava estaba nadando en la piscina. Esta parecía ser la primera vez que veía a Ava nadando. La luz del sol caía sobre el agua, reflejándose en el cuerpo de Ava, realzando su piel, que parecía cristalina y transparente. Nixon observó durante un buen rato. Hasta que Ava lo notó. Ella salió de la piscina. El traje de baño que llevaba Ava… era