Capítulo 9
Tres días después, Rubén e Isabel regresaron con los niños.
—¡Mamá! Tengo hambre, ¡haz comida rápido!
—Sí, Isabel también necesita reponer energías.
Iván e Ismael, apenas entraron por la puerta, comenzaron a gritar hacia las habitaciones del piso de arriba, mientras Rubén sonreía resignado.
—Ustedes dejen que Isabel se siente primero, después hablamos. Después de estar tanto tiempo en el hospital, seguro no se siente bien.
Isabel también asintió tímidamente, abrazando con fuerza el hombro de Rubén. —Acabamos de volver y ya le damos problemas a Micaela, esto no está bien.
—De todas formas, ella tampoco tiene mucho que hacer en casa. Si te hubiera pasado algo, yo sí que me habría arrepentido.
Dicho esto, colocó con sumo cuidado a Isabel en el sofá y al levantar la vista, vio el certificado de divorcio y una nota en la mesa.
Reconoció al instante que era la letra de Micaela.
La sonrisa que tenía en los labios se fue desvaneciendo poco a poco; su expresión inusual también llamó la atención

Haga clic para copiar el enlace
Descarga la aplicación Webfic para desbloquear contenido aún más emocionante
Encienda la cámara del teléfono para escanear directamente, o copie el enlace y ábralo en su navegador móvil
Encienda la cámara del teléfono para escanear directamente, o copie el enlace y ábralo en su navegador móvil