Capítulo 42

—Tomás, tengo mucho miedo. En cuanto Tomás llegó a la habitación de Patricia, Norma se lanzó a sus brazos con los ojos enrojecidos. ¡Todo su cuerpo estaba temblando! —Mi madre acaba de vomitar sangre. Tomás también había acudido apresuradamente tras recibir la llamada de Norma. El médico y las enfermeras habían llegado antes y estaban realizando un examen detallado a Patricia. Tomás intentó tranquilizar a Norma. Tras finalizar la revisión, el médico les informó: —No se pongan nerviosos, eso no cuenta como vómito de sangre. Solo fue un poco de sangre mezclada con las flemas acumuladas en los pulmones. La tos violenta de la paciente provocó la rotura de algunos capilares. Es un problema menor; el cuerpo puede repararlo por sí mismo. —Menos mal. —Norma por fin soltó un suspiro de alivio. Después de que el médico se marchara, miró a Tomás con cierta vergüenza. —Me asusté mucho… Tenía tanto miedo que lo único que se me ocurrió fue llamarte. ¿No interrumpí tu descanso, verdad? —No. ¿Ahora ya