Capítulo 47

—¿Qué esperas mirándome? ¡Ve ya! —Alberto se revolvió el cabello con frustración—. Si este proyecto no sale adelante, no solo tú… ¡yo también tendré que irme! Al oír que la situación era tan grave, Nuria no se atrevió a demorarse. —Creo que sería más apropiado pedir ayuda a la señorita Norma. —¡Pues ve de una vez! Durante la convivencia de equipo, Nuria no había perdido ocasión de congraciarse con Norma, así que entre ambas había surgido cierta familiaridad. Cuando Nuria la buscó, Norma aceptó sin dudar. —Justo iba a ver a Tomás. Yo me encargo de este documento por ti. —¡Muchas gracias, señorita Norma! —exclamó Nuria, profundamente aliviada. —Somos compañeras, no tienes por qué ser tan formal. Puede que algún día sea yo quien necesite tu ayuda. Nuria declaró enseguida: —Cuando lo necesite, dígamelo sin más. La sonrisa de Norma se acentuó. Ganar favores era algo en lo que siempre había destacado. Acababa de incorporarse al Grupo Evolux y, para desacreditar los logros de Lucía, había rec