Capítulo 91

Los ojos de Federico se entrecerraron, fijos en Norma con una mirada cargada de ira. ¿De verdad quería renunciar? ¡Parecía que no podía esperar ni un segundo más! Con el rostro helado, dijo: —Norma, el Grupo Nuevo Bosque está en pleno auge. Has trabajado muchos años en el departamento de ventas y tienes una gran cartera de clientes que confían en ti. Seguir en el Grupo Nuevo Bosque sería, por así decirlo, pan comido para ti. Norma lo miró directamente a los ojos: —Señor Federico, solo quiero renunciar. Al ver su determinación, Federico soltó un bufido: —Vuelve a trabajar con calma. Puedo aumentarte el sueldo. —Y si tienes otras exigencias, también puedo satisfacerlas. Norma frunció el ceño: —Señor Federico, ¿qué quiere decir con eso? ¿Pretende retractarse? ¿No se supone que usted es el presidente? Sus ojos se entrecerraron con desdén. Federico realmente se estaba volviendo cada vez más descarado. ¿Había algo que no fuera capaz de decir? ¿Todavía quería exprimirle hasta el último valor