Capítulo 93

—¿Quieres decir que, aun sabiendo perfectamente la situación, no piensas hacer nada? —Estas personas ingresaron a nuestro Grupo Nuevo Bosque justo después de graduarse. Hemos invertido tiempo y esfuerzo en ellos. Si alguien así quiere renunciar, como su supervisora directa deberías hablar con ellos y hacerlos cambiar de opinión. Marta frunció el ceño, pensando que Federico valoraba demasiado a esos empleados. A fin de cuentas, a las personas siempre se las puede reemplazar con dinero. Aun así, pensó en responderle de manera superficial. Sin embargo, Federico no le dio oportunidad de seguir hablando. Su voz sonó fría: —Directora Marta, si no sabes cómo gestionar a tu equipo, puedo cambiarte de puesto. —¡Federico! —exclamó Marta apresuradamente. Pero Federico colgó la llamada de inmediato. Cuando Marta intentó volver a marcar, él rechazó la llamada sin dudarlo. El rostro de Marta se tornó sombrío. Otra vez Norma. Todo era culpa de ella. Ya estaba por renunciar, y aun así seguía causándol