Capítulo 852
—¿Si no sirve llamar a la policía, entonces vamos a dejar que se salgan con la suya? ¿Vamos a quedarnos mirando cómo la señora Lourdes los maltrata?
Alicia no pudo soportar esa indignación.
—Hay una manera de que Belén obtenga la libertad rápidamente.
—¿Cómo?
—Puedo darle dinero a Jorge.
Alicia, al oír esas palabras, lo miró sorprendida y luego le tocó la frente: —No tienes fiebre... ¿acaso bebiste hoy?
De lo contrario, ¿cómo podías decir algo tan irracional?
Roberto sostuvo su mano: —Lo digo en serio. Podría negociar y pedir algunas acciones del Grupo García. ¿No crees que eso es razonable?
Pero Alicia sabía que Roberto lo hacía por ella.
Alicia levantó la cabeza: —¿Siempre has sido tan generoso?
—Solo soy generoso contigo. No quiero verte triste, ni quiero verte corriendo de un lado a otro por tus amigos.
—Hum, tu dinero es mi dinero, no puedes dárselo así nomás a Jorge. Si lo haces, solo me enojaré más. La gente de la familia Pérez realmente no tiene vergüenza, ni siquiera respeta a

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