Capítulo 421 Futuro suegro

Clayton frunció los labios. Sus ojos oscuros reflejaban una luz fría. El coche llegó al hospital, pero ellos no se bajaron. En cambio, Luca fue el que entró. En menos de cinco minutos, Luca llamó a Nicole. “Señorita, lo atrapé”. Los ojos de Nicole parpadearon. Escuchó otra voz suplicante procedente del teléfono. Era un extraño. Clayton se hizo cargo de su teléfono y le preguntó: “¿Paul te envió aquí?”. Él fue directo al grano. Clayton sospechaba que también era Paul Newton. “No, no, no… ¡No es el Señor Newton!”. La voz era aguda y llena de pánico, ya que intentaba ocultar algo deliberadamente. Sin embargo, las palabras “Señor Newton” lo expusieron todo. Sin dudarlo, Clayton sacó su teléfono y marcó un número. “Atrapa a Paul Newton. No dejes que se escape”. La persona al teléfono dudó un momento. “El Señor Ferguson está aquí y ya atrapó a Paul Newton antes que nosotros”. Una mirada de sorpresa apareció en sus ojos. “¿Eh? Muy bien entonces”. Clayton colgó la llamada y miró a Nicole. “Parece que el Señor Ferguson encontró el objetivo hace tiempo. Va un paso por delante de nosotros”. Nicole parecía desconcertada. Había estado cerca de Eric durante los últimos días, pero no sabía que él había estado investigando este asunto e incluso que había encontrado a la mente maestra detrás de esto tan rápidamente. Pensándolo bien, Eric nunca era una persona pasiva. Había sufrido una pérdida tan grande esta vez, así que ¿cómo iba a quedarse de brazos cruzados? Tal vez había estado investigando en secreto desde el principio. “¿Quieres ir a echar un vistazo?”, sugirió Clayton. Nicole sonrió. “No, gracias. Llévame de vuelta”. No estaba interesada en un pequeño súbdito. Nicole quería esperar a que el pez gordo mordiera el anzuelo. Clayton asintió, se dio la vuelta para dar instrucciones a su chófer y salió del coche. El conductor la llevaría de vuelta mientras él entraba en el hospital. Dado que la mente maestra había sido encontrada, no había nada de qué preocuparse. Sin embargo, Nicole seguía sintiéndose vagamente sombría. Los negocios debían ser una cuestión de intereses. Aquellos que eran capaces podían conseguir más, pero ¿por qué tenía que implicar la vida de alguien? Asesinato, accidente de coche, exterminio, sicarios… Esta gente era despiadada. Pronto, llegaron a los Jardines Imperiales. Cuando Nicole entró por la puerta, Toto ya había regresado. Él la saludó alegremente. “Señorita Stanton, le prepararé una taza de té de frutas. ¡Es muy refrescante y saludable!”. Nicole no estaba de buen humor. Sacudió la cabeza y de repente recordó algo. “¿Cuando volviste?”. Toto sonrió. “El Señor Ferguson dijo que tenía que ocuparse algo y salió, así que me hizo volver para vigilar la puerta para que no estuviera sola en casa. Mira qué amable y considerado es el Señor Ferguson. Es un hombre tan comprensivo”. Nicole puso los ojos en blanco y frunció el ceño. ‘¿Significaba eso que Eric había ido personalmente a buscar a Paul Newton?’. Ella no dijo nada al respecto. Toto se limitó a entregarle el té de frutas preparado. “Señorita Stanton, dentro de unos días es el cumpleaños del Presidente Stanton. El Señor Ferguson se lo toma muy en serio porque dice que el Presidente Stanton es su mayor más respetado, su modelo en la vida y en los negocios. Se ha pasado los últimos días rompiéndose la cabeza para encontrar el regalo de cumpleaños del Presidente Stanton…”. Nicole frunció el ceño. Su atención se desvió. “De todos modos, ¿por qué tiene que preocuparse por el cumpleaños de mi padre?”. ‘¿No tiene nada mejor que hacer?’. Toto se acercó a ella. “El Señor Ferguson solo está pensando en usted. También quiere mostrar su respeto. Después de todo, es algo importante, así que no debemos descuidarnos”. Nicole curvó las comisuras de sus labios. “Dile que no se preocupe. Mi padre sabe que es respetado”. “Si el regalo no es considerado, ¿cómo estará contento el Presidente Stanton?”. Nicole se detuvo en seco. ‘¿Está tratando de preguntarme sobre las preferencias de mi padre? ¡Qué pregunta!’. Ella sonrió. “Mi padre solo tiene tres grandes aficiones en la vida: pescar, contar dinero, ¡y maldecir!”. Toto casi se resbala y cae por las escaleras. Al mirar la espalda de Nicole, el corazón de Toto se estremeció. ¡No podían satisfacer ninguna de las aficiones de Floyd Stanton! ¿Eric debía convertirse en un pez para que lo atraparan? ¡Una idea estúpida! ¿Debía Eric darle dinero en efectivo? ¡Patético! ¿Debería Eric ofrecerse como saco de boxeo? ¡Imposible!