Capítulo 25

—Le pedí a Sandy que la vigilara, pero quién sabe realmente a qué vino. Ezequiel y Bianca avanzaban a paso ligero por el campus, pero el evento había reunido a estudiantes de las últimas tres generaciones, y la cantidad de gente era abrumadora. —Voy a llamarla. Diez minutos después, Sandra se acercó con la cabeza gacha. —Lo siento, había demasiada gente. Berta se movía con mucho cuidado, dio varias vueltas entre la multitud a propósito y la perdí de vista. Bianca le dio una palmada en el hombro: —No pasa nada. Con suerte, más tarde podremos verla. Buscar a Berta era su responsabilidad. No podía permitir que su amiga se sintiera culpable por querer ayudar. Aunque decirlo era fácil, hacerlo resultaba bastante más complicado. La escuela había mandado preparar un pastel enorme para celebrar el evento, pero conseguir siquiera una porción no era nada sencillo. —¿Ustedes creen que Berta volvió para ver a Vanessa? Sandra lanzó esa posibilidad, aunque no parecía muy probable. —No importa si Ber