Capítulo 59

Ocho papeles secundarios, cada uno con una personalidad completamente diferente de pies a cabeza, y todos con sus propias características distintivas. Aunque su tiempo en pantalla era limitado, todos tenían algo en común: eran muy memorables. Bajo esas circunstancias, si Andrea actuaba bien, lograría que el público recordara aún más su capacidad interpretativa. Antes de debutar en el mundo del entretenimiento, Andrea incluso había contratado a reconocidos veteranos del medio para que le dieran clases y orientación. Fue en ese proceso cuando Andrea descubrió algo inesperado. Resultó que tenía un gran talento para la actuación. Tal vez fue por la presencia de Julia; en su matrimonio con Salvador había soportado tanto que necesitaba con urgencia una vía de escape. Y en cuanto entró al mundo de la actuación, se enamoró del oficio de inmediato. Porque solo con amor se podía llegar más lejos. Salvador buscó durante mucho tiempo las cámaras de seguridad en casa, hasta que tuvo que aceptar un