Capítulo 9

La sonrisa de Darya se convirtió en una mueca de tristeza juguetona. "¡Eres un vil esclavista!". A pesar de sus lloriqueos, sabía que Avery tenía razón. Los McAllister eran dueños de Paragon Group, pero eso no significaba que ella pudiera simplemente apoderarse de un puesto gerencial, sin la aprobación de los otros miembros de la junta. Si no estaba preparada, seguramente la rechazarían. Ella estaba familiarizada con la mayoría de los negocios de la organización, sin embargo, había estado fuera de la jugada durante tres años, así que necesitaba ponerse al día. Después de una exquisita cena, Darya se tronó los nudillos, preparándose para permanecer despierta hasta altas horas de la noche, con el propósito de estudiar los documentos que le entregó su hermano. Por suerte, tenía a Bianca, quien estaría allí acompañándola. "¡Maldición! ¡Hijos de p*ta! ¡Esos pedazos de m*erda! ¡Gente calumniadora y traicionera!". Darya asomó la cabeza fuera del baño, con un cepillo de dientes en la boca. "¿Quién orinó en tu gorro de dormir?". Bianca blandió su iPad Air como si fuera un arma. "¿No has visto la publicación de los Cavanaugh? ¡Apuesto a que fue esa p*rra quien la escribió! La vieja bruja: Judy". "¡Guau! ¡No se nota que la odias!". "¿Cómo podría quererla, cuando está tratando de manchar tu nombre?". Bianca le arrojó la tableta a Darya. "Velo por ti misma". "Los deditos pegajosos de una astuta ratera: Darya Miller", La chica leyó el título de la publicación que ya era tendencia en las redes sociales. "¡Uy, ya soy famosa! Esto tiene más de cien mil visualizaciones". "Mejor dicho, te están haciendo mala fama". Bianca se dejó caer en la cama junto a su amiga, con indignación. "¿Cómo pudieron inventar eso?". Darya hizo clic en el título del artículo, publicado en la cuenta oficial de Zenith, la empresa de Micah. Era una nota corta, pero que iba directamente al grano. Su autor acusaba a Darya Miller, la exesposa de Micah Cavanaugh, de robarse el anillo de bodas, la famosa joya con el diamante Graff, valorado en 2.5 millones de dólares. Además, en el último párrafo, se insinuaba que ella tenía la culpa del divorcio. La publicación se volvió viral en un par de horas, en primer lugar, porque Zenith era una de las empresas más grandes de la metrópolis de Hagen, y en segundo, porque Micah solía encabezar la lista de los solteros más codiciados antes de su discreto matrimonio con Darya Miller; una perfecta desconocida. Los internautas se estaban regodeando con los chismes sobre la familia que era bastante conocida en los altos círculos empresariales. Algunos aficionados a las tareas detectivescas habían desenterrado las cuentas de Twitter e Instagram de Darya, para escribir comentarios acalorados en su contra, la mayoría de ellos bastante abusivos. "¿Cómo es posible que no te enojes?", preguntó Bianca golpeando la cama con los puños. "No estoy enojada, ¡estoy furiosa!". La sonrisa en el rostro de Darya era feroz, como la de un gato salvaje listo para atacar. Esa acusación había despertado su cólera, especialmente porque era falsa. Cuando se fue de la casa de Micah, no se llevó nada más que lo que tenía puesto. ¿Para qué querría tomar ese anillo, que solo le serviría como un recordatorio constante del dolor, la decepción y la humillación que había vivido durante los últimos tres años? Pero tanto su padre como sus hermanos le habían enseñado que era mejor vengarse, que enojarse. Bianca se puso boca arriba sobre la cama y empezó a lanzar patadas al aire, como si estuviera luchando contra un oponente invisible. "¡Aaah! ¡Me enloquece esta situación! ¡Después de que ese tacaño no te dio nada al divorciarse! ¿Por qué están haciendo tanto alboroto por un puñado de monedas?". Después de que terminó de lanzar una generosa dosis de maldiciones sumamente creativas, ella se volvió hacia Darya. "¿Qué planes tienes? No vas a aceptar esta m*erda, ¿verdad?". Darya se encogió de hombros. "Voy a hacer una llamada". Marcó el número de Avery, aunque probablemente él estaba en el piso de arriba, en su habitación.  En cuanto él contestó ella lo puso al tanto de todo. "La agencia de entretenimiento que Callan me dio hace cuatro años, ¿está todavía a mi nombre?". "Eminencia", contestó Avery. "Ahora el director ejecutivo es Bradley Gould. Acabo de enviarte su número de contacto. ¿Quieres que haga algo con respecto a la publicación?". "No, yo me haré cargo. Gracias, hermanito". "¿Qué vas a hacer?", preguntó Bianca una vez más, cuando vio que ella colgó la llamada con Avery. "Solo les mostraré que se metieron con la persona equivocada". Darya buscó el currículum de Bradley Gould en su computadora portátil y se puso a trabajar. Eran las nueve de la noche, la hora pico de Internet, por lo que muchas personas corrían a revisar las pantallas de sus dispositivos electrónicos una vez que terminaban de cenar. La publicación que había sido tendencia pocos minutos atrás había sido reemplazada por la que acababan de subir a las redes sociales, en la cuenta de Darya Miller. Era un breve mensaje que acompañaba la foto que Regina le envió. En ella aparecía Micah con los ojos cerrados, capturado con todo su atractivo y Regina acurrucada en su hombro. Se veía la fecha en la esquina inferior, la cual demostraba que había sido tomada antes del divorcio. El mensaje era de lo más escueto: "Solo una tonta continuaría casada con un hombre que claramente no puede mantener su mi*mbro dentro de sus pantalones. Invito a todos los que tienen la experiencia necesaria para examinar y verificar la autenticidad de la foto”. Justo cuando los millones de seguidores de la cuenta oficial de Zenith empezaban a volverse locos, la chica lanzó la segunda bomba. Era otra foto, con su respectivo mensaje: "Para conocer el paradero del anillo de diamantes Graff, favor de consultar a la señorita Felicia Cavanaugh". En la foto, se veía a la hermana de Micah sentada en una mesa de bacará, con el rostro sonrojado, sosteniendo una copa de champán en la mano izquierda, en la cual lucía el anillo de diamantes. La cuenta oficial del casino había sido etiquetada. Entonces, la gerencia de ese lugar aprovechó la publicidad y respondió en minutos: "La señorita Felicia Cavanaugh, una cliente valiosa, ha prometido el anillo de diamantes Graff como pago en lugar de los $2.1 millones que ella adeuda. El acuerdo establece que podrá canjear el anillo en cualquier momento con un objeto de igual valor, o con un cheque que cubra dicha cantidad". Junto con la publicación había una foto del contrato que firmó Felicia, en el cual renunciaba al anillo a cambio de que se le perdonaran sus deudas de juego. El contrato había sido notariado. La acusación original, junto con la respuesta de Darya y la declaración del casino, colocaron a esa historia en el primer lugar de la lista de tendencias de esa noche.