Después de renacer, María López descubrió que había regresado a los 27 años.Tenía un hijo y una hija, y su marido era Pablo Gómez, el hombre más rico del mundo, siempre en la cima de las listas y elegido por las revistas como el hombre con el que más mujeres sueñan casarse. Incluso la familia real británica había querido casar a una princesa con él.Todo el mundo decía que María tenía una suerte envidiable, pero lo primero que hizo fue llevar el acuerdo de divorcio para buscar a la primera novia de Pablo.Colocó el acuerdo frente a Beatriz Cisneros y, con calma, le dijo: —Quiero divorciarme. Pablo es para ti, los niños también.