En el círculo de la alta sociedad circula un dicho: todos los hombres de este mundo tienen la posibilidad de ser infieles, excepto Jesús Valdez.Él reprimía sus deseos personales, seguía las normas de etiqueta y moral, era distante y noble, y solo amaba a su esposa, desde los días de su juventud hasta su matrimonio.Pero en su quinto año, Cecilia Ortega recibió la noticia de que Jesús mantenía a una amante.Cuando las fotos llegaron a sus manos, ella quedó paralizada.